Tomografía Axial Computarizada (TAC)

Una tomografía axial computarizada (TAC) utiliza radiografías para construir una imagen detallada del interior del cuerpo. En algunos casos, es necesario administrar un medio de contraste por vía oral o inyectado para mejorar la visibilidad de ciertas áreas.

El escáner de tomografía axial computarizada genera imágenes detalladas del interior del cuerpo mediante múltiples radiografías. Aunque la tomografía utiliza radiación, esta no representa un riesgo significativo para la salud ni para las personas con las que se tenga contacto.

Recibirás indicaciones si necesitas seguir alguna preparación previa. En algunos casos, se recomienda no comer ni beber durante algunas horas antes del estudio.

Si estás embarazada o crees que podrías estarlo, informa al radiólogo.

Al llegar al hospital, es posible que te pidan cambiarte a una bata hospitalaria y retirar cualquier objeto metálico como:

  • Piercings
  • Horquillas
  • Cremalleras
  • Sujetador con aros

El metal puede afectar la calidad de las imágenes obtenidas por el escáner.

Algunas tomografías requieren un medio de contraste para mejorar la visibilidad de ciertos órganos. Este contraste puede administrarse por vía oral o inyección. Puede provocar una sensación temporal de calor. Informa los profesionales si eres alérgico al yodo o padeces asma, ya que podrías tener una reacción adversa más intensa.

La tomografía se realiza en el departamento de radiología del hospital. La prueba dura entre 5 y 10 minutos, aunque es posible que estés en el hospital por más tiempo.

El escáner tiene forma de un anillo grande y grueso. Durante la prueba, deberás permanecer acostado sobre una camilla que se mueve lentamente a través del escáner. El procedimiento es completamente indoloro.

Generalmente, puedes irte a casa después de la prueba. Si te han administrado un medio de contraste, se recomienda beber abundante agua durante el resto del día para eliminarlo del organismo.

Existen varios tipos especializados de tomografía que pueden ayudar en el diagnóstico de ciertos tipos de cáncer y evaluar la efectividad de los tratamientos. Algunos de ellos incluyen:

  • TAC urograma: Se utiliza para examinar en detalle la vejiga, los riñones y los uréteres (conductos que transportan la orina desde los riñones hasta la vejiga).
  • Colonografía por TAC (colonoscopía virtual): Permite obtener imágenes detalladas del intestino grueso para detectar posibles anomalías o signos de cáncer colorrectal.

Si tienes dudas sobre el procedimiento, consulta con tus profesionales sanitarios para obtener más información.

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