PET-TAC

La exploración por PET-TAC es una prueba de diagnóstico por imagen que combina la Tomografía por Emisión de Positrones (PET) con la Tomografía Computarizada (TAC). Esta técnica permite evaluar la actividad metabólica de las células en distintas partes del cuerpo mediante una dosis baja de radiación.

El PET-TAC es especialmente útil para detectar el cáncer y valorar su evolución, ya que proporciona información más detallada sobre áreas anómalas observadas en radiografías, TAC o resonancias magnéticas (RM). Con esta prueba, los médicos pueden determinar:

  • Si un bulto es canceroso (maligno) o no canceroso (benigno).
  • Si el cáncer se ha diseminado a otras partes del cuerpo.
  • La eficacia de un tratamiento oncológico.
  • Si las anomalías que permanecen tras el tratamiento son tejido cicatricial o células cancerosas activas.

No todas las personas pueden realizarse un PET-TAC, por lo que el oncólogo o el especialista en diagnóstico por imagen indicará si esta prueba es adecuada en cada caso.

Disponibilidad del PET-TAC

El PET-TAC no está disponible en todos los hospitales, por lo que puede ser necesario desplazarse a un centro especializado para su realización.

Si tienes programado un PET-TAC, recibirás una información con posibles indicaciones previas a la prueba. Normalmente, se recomienda no comer durante varias horas antes del estudio, aunque en algunos casos se permite beber líquidos.

Si estás embarazada o en período de lactancia, debes informar al departamento de imagen médica antes de la prueba para recibir asesoramiento adecuado.

Al llegar al hospital, es posible que te pidan cambiarte a una bata hospitalaria y retirar cualquier objeto metálico, como:

  • Joyas o piercings.
  • Horquillas o clips para el cabello.
  • Cremalleras metálicas en la ropa.
  • Sujetadores con aros.

Estos objetos pueden interferir en la calidad de las imágenes obtenidas por el escáner.

Aproximadamente una hora antes de la prueba, un técnico inyectará en una vena de tu brazo o mano una pequeña cantidad de una sustancia radiactiva llamada trazador. Durante este tiempo de espera, se te recomendará beber agua para facilitar la distribución del trazador en el cuerpo.

En raras ocasiones, algunas personas pueden presentar una reacción alérgica leve al trazador, con síntomas como dificultad para respirar, sudoración o debilidad. Si notas algún malestar, informa de inmediato al personal sanitario.

El PET-TAC se lleva a cabo en el departamento de radiología o medicina nuclear del hospital. La prueba dura entre 30 y 60 minutos. Para realizarla, deberás acostarte en una camilla estrecha que se desliza lentamente a través del escáner, el cual tiene forma de anillo grande y grueso.

Tras la prueba, generalmente podrás regresar a casa. Aunque la dosis de radiación utilizada es baja, se recomienda evitar el contacto cercano con mujeres embarazadas, bebés y niños pequeños durante las 24 horas siguientes. La sustancia radiactiva se eliminará de tu organismo a través de la orina.

Si tienes previsto viajar en avión en los días posteriores al PET-TAC, es recomendable llevar contigo un informe de la cita, ya que algunos detectores de aeropuertos pueden identificar rastros mínimos de radiación en tu cuerpo.

Otras pruebas similares: SPECT

El SPECT es una prueba de imagen similar al PET-TAC, pero se centra en analizar el flujo sanguíneo en el cerebro. Antes del escaneo, se inyecta una sustancia radiactiva en una vena del brazo, que viaja hasta el cerebro a través del torrente sanguíneo. Posteriormente, se realizan imágenes detalladas del cerebro para evaluar su actividad.

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