Existen diversos factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar cáncer. Descubre cuáles son y qué cambios puedes hacer para reducirlo.
¿Qué son los factores de riesgo del cáncer?
No sabemos con certeza por qué una persona desarrolla cáncer mientras otra no.
Sin embargo, hay ciertos factores que pueden aumentar la probabilidad de padecerlo. Estos se conocen como factores de riesgo. Algunos afectan el riesgo de desarrollar cáncer en general, mientras que otros están relacionados con tipos específicos de cáncer.
Tener uno o más factores de riesgo no significa que necesariamente desarrollarás cáncer. Algunos factores solo aumentan el riesgo en un pequeño porcentaje, mientras que otros, como el tabaquismo, tienen un impacto mucho mayor. Incluso es posible desarrollar cáncer sin tener factores de riesgo conocidos.
Se estima que 4 de cada 10 casos de cáncer (40%) podrían prevenirse. Llevar un estilo de vida saludable puede ayudarte a reducir el riesgo (ver más abajo), aunque no es posible eliminarlo por completo.
Factores de riesgo generales
Los principales factores de riesgo para el desarrollo de cáncer incluyen:
- Edad: El riesgo de desarrollar cáncer aumenta con el envejecimiento.
- Estilo de vida: Factores como el tabaquismo, el peso corporal, la alimentación, la actividad física, la exposición al sol y el consumo de alcohol pueden influir en el riesgo. Más adelante, encontrarás consejos para reducirlo.
- Antecedentes familiares: Algunos tipos de cáncer son más frecuentes en ciertas familias. Si tienes antecedentes familiares, es recomendable conocer más sobre tu riesgo y qué medidas puedes tomar.
Factores de riesgo relacionados con el estilo de vida y cómo reducirlos
El desarrollo del cáncer depende de múltiples factores. Llevar un estilo de vida saludable no garantiza que no vayas a padecer cáncer, pero sí reduce el riesgo y mejora tu salud en general. También disminuye la probabilidad de sufrir otras enfermedades, como problemas cardíacos.
Dejar de fumar
El tabaquismo es la principal causa de cáncer en España. Además, provoca más del 80% de los cánceres de pulmón. Es importante destacar que el tabaco está relacionado con aproximadamente el 36% de los cánceres y el 34% de las muertes por cáncer podrían evitarse eliminando su consumo. Dejar de fumar es la acción más importante que puedes tomar para proteger tu salud.
Masticar o chupar tabaco no es una alternativa segura al cigarrillo y aumenta el riesgo de cáncer oral y de boca.
La exposición al humo como fumador pasivo también eleva el riesgo de cáncer. Mantener tu hogar libre de humo protege tu salud y la de tu familia.
El uso de cigarrillos electrónicos es cada vez más común. Aunque sus efectos a largo plazo aún no se conocen por completo, se cree que son mucho más seguros que los cigarrillos convencionales. Sin embargo, la mejor opción sigue siendo no fumar.
Si quieres dejar de fumar, nunca es tarde para empezar. Consulta a tu médico de cabecera o busca servicios especializados.
Mantener un peso saludable
Después del tabaquismo, el sobrepeso y la obesidad son la segunda causa principal de cáncer. Aumentan el riesgo de varios tipos de cáncer, como el de colon, riñón, útero y esófago. Además, las mujeres con sobrepeso que han pasado por la menopausia tienen un mayor riesgo de cáncer de mama.
Mantener un peso saludable no solo reduce el riesgo de cáncer, sino también de otras enfermedades como diabetes y problemas cardíacos.
Consejos para mantener un peso saludable:
- Come una dieta equilibrada, rica en frutas y verduras, y baja en grasas y azúcares.
- Consume solo la cantidad de alimentos que necesitas según tu nivel de actividad física.
- Aumenta tu nivel de actividad física.
Si te preocupa tu peso o necesitas más información, consulta con tu equipo de atención primaria o un nutricionista.
Seguir una alimentación saludable
No existe un alimento específico que cause o prevenga el cáncer. Sin embargo, una dieta equilibrada mejora la salud en general y reduce el riesgo de algunos tipos de cáncer. También ayuda a mantener un peso saludable.
Limita el consumo de carnes rojas y procesadas, ya que están relacionadas con un mayor riesgo de cáncer de colon y próstata.
- Carnes rojas: ternera, cerdo, cordero y ternera lechal.
- Carnes procesadas: salchichas, bacon, embutidos, carnes enlatadas y fiambres como el jamón.
Mantenerse físicamente activo
La actividad física regular ayuda a reducir el riesgo de ciertos tipos de cáncer. También es clave para la salud y el bienestar general.
Recomendaciones de actividad física:
- Al menos 150 minutos de actividad moderada o 75 minutos de actividad intensa por semana.
- Ejercicio moderado: caminar rápido, andar en bicicleta, bailar.
- Ejercicio intenso: correr, nadar, subir escaleras.
Si no estás acostumbrado a hacer ejercicio, consulta a tu equipo de atención primaria antes de comenzar.
Reducir el consumo de alcohol
El consumo de alcohol aumenta el riesgo de cáncer de boca, garganta, esófago, colon, hígado y mama. Cuanto más bebes, mayor es el riesgo, especialmente si también fumas.
Recomendaciones generales sobre el alcohol:
- No beber más de 14 unidades de alcohol por semana.
- Distribuir el consumo a lo largo de 3 o más días.
- Intentar tener varios días sin alcohol cada semana.
No hay una cantidad de alcohol completamente segura, pero seguir estas recomendaciones reduce el riesgo.
Protegerse del sol
La luz solar es fundamental para la producción de vitamina D, que fortalece los huesos y previene algunas enfermedades. Sin embargo, la sobreexposición al sol aumenta el riesgo de cáncer de piel.
Recomendaciones para protegerte del sol:
- Usa ropa que cubra bien la piel y bloquea la radiación solar.
- Usa un sombrero de ala ancha para proteger cara, cuello y orejas.
- Usa gafas de sol con lentes envolventes y certificación CE (British Standard Mark 12312-1:2013 E).
- Permanece en la sombra, especialmente entre las 11 a.m. y las 3 p.m.
- Usa protector solar SPF 30 o superior, con protección UVA y UVB.
El uso de camas solares o lámparas bronceadoras también aumenta el riesgo de cáncer de piel. Si quieres un bronceado seguro, opta por lociones o sprays autobronceadores.
Virus y riesgo de cáncer
Un pequeño número de virus se ha relacionado con un mayor riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer. Entre ellos se incluyen:
- Virus del papiloma humano (VPH): Aumenta el riesgo de cáncer de cuello uterino y está vinculado a cánceres de cabeza y cuello, ano, vulva, vagina y pene.
- Hepatitis B y C: Se asocian con un mayor riesgo de cáncer de hígado.
- VIH (virus de la inmunodeficiencia humana): Puede incrementar el riesgo de ciertos cánceres, como el linfoma y el sarcoma.
Vacunación contra el VPH
Existe una vacuna para proteger contra el virus del papiloma humano (VPH), que se administra a niños de entre 12 y 13 años como parte del programa de vacunación del NHS.
Si tienes un mayor riesgo de cáncer asociado al VPH, es posible que puedas recibir la vacuna. Consulta con tu médico de cabecera para obtener más información.
Cómo reducir el riesgo de infección por virus
- Usar preservativos durante las relaciones sexuales puede ayudar a proteger contra algunos virus.
- No compartir agujas si consumes drogas inyectables, ya que los virus pueden transmitirse a través de la sangre.
Otros factores de riesgo
Factores ambientales y laborales
Algunas sustancias a las que estamos expuestos en el ambiente o en el trabajo pueden aumentar el riesgo de desarrollar cáncer.
Las sustancias que pueden causar cáncer se llaman carcinógenos. El nivel de riesgo varía según la cantidad y el tiempo que una persona ha estado en contacto con estas sustancias.
El cáncer puede tardar años en desarrollarse. Aún hoy, algunas personas lo padecen debido a trabajos que realizaron hace décadas, antes de que existieran normativas de seguridad y salud laboral más estrictas.
Asbesto
El asbesto es un mineral natural y su utilización está prohibida en la Unión Europea desde 2005. Puede dañar los pulmones y provocar enfermedades como mesotelioma y cáncer de pulmón.
Las personas con mayor riesgo de haber estado expuestas al asbesto incluyen quienes han trabajado en construcción, astilleros o fabricación de calderas. Sin embargo, quienes no han trabajado directamente con asbesto también pueden estar en riesgo si han estado cerca de fábricas o edificios con asbesto, o si han convivido con alguien que trabajaba con este material.
Sustancias químicas industriales
Algunos productos químicos han sido vinculados a cáncer de vejiga y cáncer urotelial del tracto urinario superior. Estas sustancias se usaban en la industria textil y de tintes. Aunque muchas han sido prohibidas, el cáncer puede tardar más de 25 años en desarrollarse tras la exposición.
Algunos químicos también pueden aumentar el riesgo de cáncer de piel, aunque muchos de ellos han sido prohibidos.
Radiación ultravioleta (UV)
Uno de los principales factores ambientales que provocan cáncer es la radiación ultravioleta (UV) del sol. La exposición excesiva al sol puede causar cáncer de piel, incluyendo melanoma.
Las personas con mayor riesgo de cáncer de piel incluyen aquellas que trabajan al aire libre. Sin embargo, existen medidas para reducir el riesgo de daño solar.
Radón
El radón es un gas natural presente en ciertas rocas y suelos. Se ha relacionado con el cáncer de pulmón, aunque el riesgo es bajo.
Contaminación del aire
La contaminación del aire está causada por partículas en suspensión derivadas de los gases de escape de vehículos y fábricas. Puede aumentar el riesgo de cáncer de pulmón, aunque el riesgo sigue siendo bajo en comparación con otros factores.
Inmunidad baja
Tener un sistema inmunológico debilitado significa que el cuerpo no puede combatir infecciones con la misma eficacia. Esto puede deberse a enfermedades como el VIH o a tratamientos médicos, como los utilizados para tratar el cáncer.
Las personas con inmunidad baja pueden tener un mayor riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer, como:
- Linfoma
- Cáncer de piel no melanoma
- Sarcoma de Kaposi
- Cánceres relacionados con virus como el VPH o bacterias
Condiciones genéticas y precancerosas
Algunas personas pueden heredar cambios genéticos de sus padres que aumentan el riesgo de desarrollar cáncer a lo largo de su vida.
Además, una condición precancerosa ocurre cuando las células presentan cambios anormales que podrían evolucionar a cáncer si no se tratan.
Tener una condición genética heredada o precancerosa no significa que se desarrollará cáncer con certeza. Sin embargo, puede aumentar el riesgo, por lo que en estos casos se recomienda:
- Revisiones médicas regulares con un especialista en genética o un médico.
- Tratamientos preventivos para reducir el riesgo de cáncer en el futuro.