Cáncer en Personas transgénero y no binarias

Las personas transgénero y no binarias pueden enfrentar desafíos específicos en la prevención, detección y tratamiento del cáncer. Factores como el acceso a la atención médica, los tratamientos hormonales y las cirugías de afirmación de género pueden influir en los riesgos de ciertos tipos de cáncer.

Es fundamental que reciban atención médica inclusiva y personalizada, que tenga en cuenta sus antecedentes médicos, necesidades de salud y factores de riesgo individuales.

En esta página abordamos temas que pueden resultar sensibles o angustiosos para algunas personas. Esto incluye referencias a la disforia de género, que es el malestar causado por la sensación de que el sexo asignado al nacer no coincide con la identidad de género.

Si necesitas apoyo, considera hablar con un profesional de la salud o buscar comunidades y recursos que puedan ayudarte.

Tu equipo médico debe ofrecerte atención, apoyo e información adaptados a tus necesidades, siempre tratándote como una persona única y respetando tu privacidad y dignidad.

A veces, pueden hacerte preguntas sobre tu identidad y antecedentes de género. Esta información puede ser relevante para tu atención médica, ya que influye en ciertos aspectos de la salud. También pueden preguntar para asegurarse de brindarte el mejor apoyo a ti y a las personas cercanas a ti. Si consideras que alguna pregunta no encaja con quién eres o cómo te identificas, házselo saber.

No estás obligado a compartir información sobre tu identidad o historial de género. Sin embargo, hacerlo puede facilitar algunos aspectos de la atención médica. Por ejemplo, ciertos estudios por imágenes no son seguros durante el embarazo. Si en tu historial médico figura que eres hombre, pero existe la posibilidad de que estés embarazado, es importante que el personal médico lo sepa.

Toda la información sobre tu identidad de género y antecedentes médicos debe ser tratada con confidencialidad. Tu equipo médico solo la compartirá con otros profesionales cuando sea necesario para tu atención.

Aspectos importantes para tu equipo médico

Para garantizar una atención más inclusiva y cómoda, puedes informar a tu equipo sobre lo siguiente:

  • Tu nombre, título y pronombres. Pide que tomen nota y los usen correctamente, incluso si son distintos a los que aparecen en tus registros médicos.
  • Las personas que son importantes para ti. Diles quiénes forman parte de tu red de apoyo y con quiénes das tu consentimiento para compartir información sobre tu salud.
  • Lo que es importante para ti. Puede tratarse de preocupaciones sobre la pérdida de cabello, cambios en el peso o la continuidad de tratamientos de afirmación de género. Si algo te preocupa, háblalo con tu equipo. También puedes corregirlos si la información o el apoyo que te ofrecen no se ajustan a tus necesidades.

Por ejemplo, algunos tratamientos contra el cáncer pueden afectar la fertilidad. Si te interesa recibir información al respecto y no te la han ofrecido, pregúntales. Si, por el contrario, no deseas hablar del tema, también puedes decírselo.

¿Dónde recibiré pruebas o tratamiento?

Si necesitas ser hospitalizado, tu equipo médico debe hablar contigo sobre el lugar donde te alojarás. Los hospitales pueden tener habitaciones de un solo sexo o mixtas. Algunas salas tienen varias camas y baños compartidos, mientras que otras cuentan con habitaciones individuales con baño privado.

Tu alojamiento debe brindarte privacidad y seguridad. En hospitales con salas de un solo sexo, generalmente podrás quedarte en la que corresponda con tu identidad de género. Sin embargo, esto puede depender del tipo de tratamiento que necesites y del área donde se realice. Comunica a tu equipo cuál es la opción con la que te sientes más cómodo/a/e.

Algunas especialidades médicas siguen organizando la atención en clínicas con división por género. Por ejemplo:

  • Si tienes un bulto en el pecho o en la mama, podrías ser derivado a una clínica de mama.
  • Si presentas un problema en la vagina o el área pélvica, podrías ser atendido en una clínica de salud femenina.
  • Si tienes una afección en la próstata, podrías ser derivado a una clínica para hombres.

Si tu identidad de género no coincide con el sexo asignado al nacer, estas clínicas pueden resultar incómodas. Si tu médico de cabecera agenda una cita para ti, puedes pedirle que informe a la clínica sobre tu situación. También puedes llamar directamente al centro antes de tu cita para discutir opciones que hagan tu experiencia más cómoda, como programar una cita a primera hora para evitar salas de espera concurridas.

Si te encuentras en las primeras etapas de tu transición cuando recibes un diagnóstico de cáncer, es posible que tengas preocupaciones adicionales sobre tus planes de transición social, médica o quirúrgica. Si nunca has hablado sobre tu identidad de género antes, puede resultar difícil iniciar esa conversación con tu equipo de salud.

Lo más importante es que recibas el apoyo adecuado para ti. Si necesitas orientación, existen recursos y servicios que pueden ayudarte a sentirte acompañado/a/e en cada etapa del proceso.

La detección del cáncer consiste en realizar pruebas médicas para identificar signos tempranos de cáncer en personas que no presentan síntomas. Detectar el cáncer en una fase inicial aumenta las probabilidades de éxito en el tratamiento.

En el España, existen tres programas nacionales de detección de cáncer:

  • Detección del cáncer de cuello uterino
  • Detección del cáncer de mama
  • Detección del cáncer de intestino o colorrectal

En esta página explicamos en qué consisten estos programas, quiénes pueden acceder a ellos y cómo afectan a las personas trans y no binarias.

¿Quién puede acceder a las pruebas de cribado de cáncer?

Tu sexo asignado al nacer, junto con cualquier tratamiento hormonal o cirugía que hayas realizado, influye en tu elegibilidad para ciertos programas de detección de cáncer. Por ejemplo:

  • Las personas con cuello uterino pueden acceder a pruebas de detección del cáncer de cuello uterino, independientemente de su identidad de género.
  • Las personas con tejido mamario pueden acceder a mamografías, especialmente si han utilizado terapia hormonal con estrógenos.
  • Las personas con próstata pueden necesitar pruebas para detectar el cáncer de próstata, incluso si han estado en tratamiento hormonal con estrógenos.

Decidir si participar en un programa de detección

Participar en las pruebas de detección del cáncer es una decisión personal. Si deseas más información sobre un programa de detección, puedes contactar con tu medico o equipo de atención primaria.

Es importante comprender los beneficios y riesgos de cada prueba para tomar la mejor decisión según tu situación.

¿Qué hacer si tienes síntomas?

Las pruebas de detección están dirigidas a personas sin síntomas. Si notas cambios inusuales en tu cuerpo o síntomas preocupantes, consulta a tu médico de inmediato, sin esperar a recibir una invitación para una prueba de detección.

Actualmente, la investigación sobre la relación entre los tratamientos de afirmación de género y el riesgo de cáncer es limitada. Algunas terapias pueden aumentar o reducir ligeramente el riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer.

Si sigues un tratamiento de afirmación de género, un especialista en identidad de género puede explicarte cómo podría afectar tu situación específica. También puede orientarte sobre:

  • Síntomas a los que deberías estar atento
  • Pruebas de detección recomendadas según tu historial médico y tratamiento

Si no tienes contacto con un especialista en identidad de género, puedes acudir a tu médico de cabecera para solicitar más información o gestionar una derivación a un especialista.

Si tomas terapia hormonal feminizante

La terapia hormonal feminizante aumenta el riesgo de cáncer de mama. Si fuiste asignado masculino al nacer y tomas este tratamiento, tu riesgo es más alto que el de un hombre cisgénero, pero más bajo que el de una mujer cisgénero. (Cisgénero significa que la identidad de género de una persona coincide con el sexo asignado al nacer).

Si tomas terapia hormonal feminizante, se recomienda que te realices pruebas regulares de detección del cáncer de mama entre los 50 y 71 años. También es importante que prestes atención a cualquier cambio en tu pecho. Consulta a tu médico de cabecera (GP) si notas:

  • Bultos o áreas endurecidas en el pecho
  • Cambios en la piel, pezones o axilas
  • Dolor o secreción anormal en los pezones

Las hormonas feminizantes reducen el riesgo de cáncer de próstata en comparación con un hombre cisgénero, pero no lo eliminan por completo, ya que la próstata sigue presente. No existe un programa de detección sistemática para el cáncer de próstata, pero es importante que consultes a tu médico si presentas síntomas como:

  • Dificultad para orinar o necesidad urgente de hacerlo
  • Dolor o ardor al orinar
  • Sangre en la orina

Realizar controles médicos periódicos y estar atento a los cambios en tu cuerpo puede ayudarte a detectar cualquier problema de salud a tiempo.

Si tomas terapia hormonal masculinizante

Actualmente, hay poca información sobre el riesgo de cáncer asociado al uso de hormonas masculinizantes en personas asignadas femeninas al nacer. Sin embargo, no se cree que este tratamiento aumente el riesgo de cáncer. Aun así, es importante estar atento a cualquier signo o síntoma que pueda indicar un problema de salud.

Si tienes vagina, cuello uterino, útero u ovarios, consulta a tu médico de cabecera si presentas:

  • Hinchazón o inflamación persistente del abdomen
  • Sangrado vaginal inesperado o abundante

Si tienes cuello uterino, es importante que te realices regularmente la prueba de detección del cáncer de cuello uterino (citología cervical o prueba de Papanicolaou).

Hablar con tu médico sobre estos temas puede ayudarte a mantener un control adecuado de tu salud y prevenir posibles complicaciones.

Si fuiste asignado femenino al nacer y te realizaste una cirugía de reconstrucción torácica

La cirugía de reconstrucción torácica no suele eliminar todo el tejido mamario. Es recomendable que consultes con el cirujano que realizó tu operación para conocer cuánto tejido mamario conservas. Si aún tienes tejido mamario, existe un riesgo de desarrollar cáncer de mama, aunque este es menor en comparación con antes de la cirugía.

  • Es importante conocer cómo luce y se siente normalmente tu pecho para poder detectar cualquier cambio.
  • Pregunta a tu médico de cabecera o clínica de identidad de género sobre las opciones de detección de cáncer de mama adecuadas para ti.
  • Si hay antecedentes familiares de cáncer de mama, es posible que te ofrezcan exámenes de detección regulares mediante una resonancia magnética (MRI).
  • El método de detección más común, la mamografía, no suele ser viable después de una cirugía torácica, por lo que el especialista puede recomendar alternativas.

Realizar un seguimiento con profesionales de la salud te ayudará a monitorear tu bienestar y prevenir posibles riesgos.

Si fuiste asignado masculino al nacer y te realizaste una cirugía de reconstrucción genital

Si te has sometido a una cirugía para crear una vagina, los estudios actuales sugieren que el riesgo de cáncer en esta zona es bajo. No tienes un cuello uterino, por lo que no necesitas realizarte pruebas de detección de cáncer de cuello uterino (prueba de Papanicolaou o citología cervical).

Es importante recordar que sigues teniendo próstata, y el cáncer de próstata puede desarrollarse en esta área. Actualmente, no existe un programa de detección sistemática para el cáncer de próstata, pero debes estar atento a cualquier síntoma y consultar a tu médico si presentas:

  • Dificultad para orinar o necesidad urgente de hacerlo.
  • Dolor o ardor al orinar.
  • Presencia de sangre en la orina.

El seguimiento médico es clave para tu salud. Si tienes inquietudes sobre tu atención médica después de la cirugía, puedes hablar con tu médico de cabecera o clínica de identidad de género para recibir información personalizada.

Si fuiste asignado mujer al nacer y te sometiste a una cirugía reconstructiva genital


Es posible que aún tengas vagina, cuello uterino, útero u ovarios. Si no estás seguro, consulta con el cirujano que realizó tu operación.

Debes informar a tu médico de cabecera si notas hinchazón o inflamación frecuente en el abdomen que no desaparece. También es importante que le informes si experimentas sangrado vaginal inesperado o abundante.

Si te han diagnosticado cáncer, un equipo de profesionales de la salud, llamado equipo multidisciplinar, trabajará en conjunto para planificar el tratamiento que consideran mejor para ti.

Juntos tomarán una decisión sobre tu plan de tratamiento. Es importante que tu equipo comprenda qué aspectos son prioritarios para ti al tomar esta decisión. Si hay algo que te preocupa, díselo para que puedan ayudarte. Puede que no sean conscientes de las dificultades específicas que enfrentas, pero al entenderlas mejor, podrán apoyarte en el proceso.

Algunos tratamientos contra el cáncer pueden influir o verse afectados por los tratamientos de afirmación de género. En la mayoría de los casos, si tomas hormonas de afirmación de género, es seguro continuar con ellas durante el tratamiento oncológico.

Sin embargo, tu equipo médico podría hablar contigo sobre la posibilidad de pausar, reducir o suspender temporalmente el tratamiento hormonal. Aunque esto no es común, en ciertos casos puede ser necesario.

Algunas razones por las que tu equipo puede sugerir modificar tu tratamiento hormonal incluyen:

  • Si tienes un alto riesgo de coágulos sanguíneos, ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares o diabetes.
  • Si te diagnostican un tipo de cáncer sensible a las hormonas, como el cáncer de mama. En este caso, tu equipo puede recomendar suspender temporalmente el tratamiento hormonal mientras realizan pruebas para obtener más información sobre el tipo de cáncer. En algunas situaciones, el uso prolongado de hormonas podría aumentar la probabilidad de recurrencia del cáncer después del tratamiento.

No siempre está claro en qué medida las hormonas de afirmación de género pueden aumentar estos riesgos. También es importante considerar tus razones para tomarlas y cómo afectan tu bienestar general. Puedes sentir que los beneficios de continuar con el tratamiento hormonal superan los posibles riesgos. Habla con tu equipo sobre los riesgos y beneficios antes de tomar cualquier decisión sobre cambios en tu tratamiento hormonal.

La radioterapia en la zona pélvica (el área entre las caderas) puede causar cambios que afecten el bienestar sexual.

Si te has sometido a una cirugía genital para crear un pene o una vagina, la radioterapia pélvica puede afectar estas áreas. Es importante que preguntes a tu equipo de radioterapia qué esperar y si existe riesgo de cambios a largo plazo. Esto dependerá de la zona exacta de la pelvis que se trate y la forma en que se administre la radioterapia.

Si te has sometido a una cirugía para crear un pene (faloplastia o metoidioplastia)

La radioterapia pélvica suele poder administrarse de manera que evite esta zona. Si aún tienes vagina, la radioterapia puede causar cambios como sequedad, estrechamiento o sangrado. Tu equipo puede sugerir el uso regular de dilatadores después del tratamiento para prevenir el estrechamiento vaginal. Esto puede ser útil si aún necesitas realizarte pruebas de cribado cervical o deseas usar la vagina para el sexo.

Si te has sometido a una cirugía para crear una vagina (vaginoplastia)

La radioterapia pélvica puede estrechar la vagina o hacer que la piel sea más frágil y sensible. Es posible que necesites usar dilatadores con más frecuencia de lo habitual para evitar que la vagina se cierre.

Si planeas someterte a una cirugía genital en el futuro, habla con tu equipo antes de recibir radioterapia pélvica. No siempre es posible realizar una cirugía en una zona que ha sido tratada con radioterapia. Tu equipo puede explicarte qué tratamiento contra el cáncer necesitas y cómo podría afectar una cirugía genital en el futuro.

Contar con apoyo puede marcar una gran diferencia en tu bienestar durante el proceso de diagnóstico y tratamiento. Aquí algunas opciones que pueden ayudarte:

  • Buscar redes de apoyo y recursos especializados. En España, puedes encontrar información y apoyo en la Dirección General de Diversidad Sexual y Derechos LGTBI.
  • Ir acompañado a las consultas. Puedes llevar a alguien de confianza a tus citas médicas. En la mayoría de los casos, se permite la presencia de una persona de apoyo durante las consultas, pruebas y tratamientos. Consulta con la clínica u hospital para asegurarte. Tener a alguien contigo puede ayudarte a procesar mejor la información y sentirte más acompañado/a/e.
  • Conectar con otras personas en situaciones similares. Unirte a un grupo de apoyo puede ser una excelente manera de conocer a otras personas, aprender de sus experiencias y compartir lo que estás viviendo. Hablar con quienes han pasado por situaciones similares puede ayudarte a encontrar estrategias para afrontar mejor el proceso.

Cuando las cosas no van bien

En ocasiones, la atención médica no es tan adecuada como debería ser. Algunos profesionales de la salud pueden asumir lo que necesitas basándose en el sexo asignado al nacer o en tu apariencia. Puede que no utilicen los pronombres correctos o no pregunten por tu identidad de género. En el peor de los casos, algunas personas trans y no binarias pueden ser tratadas de forma injusta, diferente o sin respeto.

Es importante saber que la discriminación por sexo o reasignación de género está prohibida por ley.

Enfrentar discriminación puede ser muy estresante y frustrante, y puede resultar aún más difícil cuando ya estás lidiando con el diagnóstico de cáncer. Si experimentas esta situación, es importante que busques apoyo, ya sea hablando con tu equipo médico o contactando con recursos que te ayuden a garantizar que recibes una atención respetuosa e inclusiva.

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